Ser madre primeriza es una experiencia increíble que conlleva una serie de desafíos únicos, y uno de los primeros es amamantar a tu recién nacido si esa es la opción de alimentación que elige tu familia . La lactancia materna es una manera maravillosa de crear un vínculo con tu bebé y brindarle nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, puede ser un desafío para ti , especialmente para las mamás primerizas. ¿Cómo descubres la mejor manera de hacer que funcione mientras lidias con los cambios que atraviesa tu cuerpo ? Esta guía tiene como objetivo brindar consejos esenciales para las mamás primerizas que luchan con las realidades de la lactancia materna.  

No dudes en pedir consejo

Como mamá de un recién nacido, tu cuerpo acaba de pasar por grandes cambios, tanto emocionales como físicos. Es común sentirse abrumada e insegura sobre cómo amamantar , si lo estás haciendo bien o si el bebé está recibiendo suficiente leche . No dudes en pedir ayuda a un especialista en lactancia o a tu proveedor de salud preferido. tantas veces como lo necesites. Sabemos que parece una cosa más para agregar a tu nueva y loca agenda , pero ellos están ahí para ayudarte en este momento de tu vida. Las mamás veteranas , los grupos de apoyo para la lactancia materna y los centros de maternidad son otros excelentes recursos . Pueden brindarte todo, desde consejos y trucos hasta apoyo emocional. Esto también es algo que puedes investigar antes del parto, lo que puede aliviarte la presión más adelante.  

Invierta en sujetadores de lactancia cómodos

Usarás estos MUCHO ​ ​ Después del parto ( ¡quizás ya estés al final de tu embarazo!) , vale la pena buscar el que mejor se adapte a TI. Tu objetivo es comodidad y soporte sin aros , el acceso fácil será el del bebé. Para ti, quieres la cobertura que prefieras y una banda que se ajuste cómodamente, pero que no se hunda. Los conductos mamarios se extienden desde los pezones hasta las axilas, por eso se recomienda evitar los aros, ya que pueden ejercer presión sobre estos conductos y provocar inflamación o incluso mastitis. Además, es posible que la caja torácica se haya expandido durante el embarazo , por lo que la talla de sujetador que tenía antes del embarazo puede ser solo una guía. Por último, analiza las diferentes estrategias de "acceso" . Los sujetadores con una sola mano o los bralettes elásticos son dos de las principales. Y si la extracción de leche va a ser parte de tu proceso de alimentación, también hay estilos de extracción y lactancia duales disponibles.  

Esté preparada (con protectores mamarios, crema para pezones y pezoneras)

Las almohadillas para el pecho pueden parecer insignificantes, pero son fundamentales para las mamás cuando se regula el suministro de leche durante los tres primeros meses de vida de los bebés (o el cuarto trimestre, como a veces se lo llama). Se colocan en el sujetador y ayudan a absorber el exceso de leche que se filtra de los senos. Lo ideal es tener suficientes almohadillas para el pecho para asegurarse de que no te tome por sorpresa si esto se convierte en una realidad para ti. Así que ten algunas a mano cuando nazca el bebé para estar preparada. Además, ten algunas adicionales a mano en tu bolsa de pañales, para que puedas cambiarlas si estás fuera de casa.  

La crema para pezones es la heroína anónima de los primeros pasos en la lactancia materna. Te recomendamos que tengas una en tu bolso para el hospital cuando llegue el momento. Recuerda que tanto tú como tu bebé están aprendiendo una nueva habilidad y que el agarre de tu recién nacido no será perfecto al principio. Tener una crema para pezones a mano desde el principio puede mantener tu piel en mejor forma, lo que te ayudará a sentirte más cómoda.  

Los protectores de pezones son otra ayuda para las mamás que amamantan, generalmente para uso temporal cuando el bebé tiene serios problemas para agarrarse o para pezones invertidos. Es posible que no los necesites; se recomienda comenzar a usar los protectores de pezones solo bajo la guía de tu profesional de la salud, pero son una gran herramienta para las nuevas mamás en el alocado viaje de la lactancia materna.  

Aprende a relajarte y encuentra tu lugar de confort

Amamantar puede ser una experiencia emocional y es común que las mamás primerizas se sientan ansiosas o estresadas cuando se trata de amamantar. Encontrar un lugar cómodo para amamantar a su bebé es importante, especialmente cuando está en público. Trate de encontrar un lugar tranquilo y cómodo en su hogar o lugar de trabajo donde pueda relajarse y establecer un vínculo con su bebé. Si está en público, no tenga miedo de pedir un espacio privado para amamantar. Una vez que tenga su espacio, esté atenta a cualquier encorvamiento involuntario de los hombros o tensión de los músculos durante la lactancia.  

Mantenga una dieta equilibrada y manténgase hidratado

Lo que comes es lo que tu bebé beberá, por lo que mantener una dieta equilibrada y nutritiva es fundamental cuando estás amamantando. Necesitas consumir suficientes calorías para alimentar tu cuerpo y proporcionarle a tu bebé los nutrientes necesarios. Intenta no pensar en la pérdida de peso del bebé, es un mito, sino enfócalo en la nutrición de tu bebé. Beber suficiente agua también es crucial para la producción de leche. Mantenerte hidratada te ayudará a mantener tu suministro de leche durante el día y la noche.  

La lactancia materna es un proceso y es importante recordar que la experiencia de cada persona es diferente . Ser madre primeriza conlleva desafíos, pero es importante abordar la lactancia materna con una mente abierta y una actitud positiva. Tú y tu bebé están aprendiendo juntos una habilidad completamente nueva, así que sé amable contigo misma. Con paciencia y práctica, la lactancia materna puede ser una experiencia agradable y que forme vínculos tanto para ti como para tu bebé. Y si no lo es, no hay problema. Amas a tu bebé y crear vínculos es una experiencia personal única para cada familia y padre. Recuerda, no dudes en pedir ayuda y prioriza tu bienestar y el de tu bebé. ¡Tú puedes, mamá!